Los hombres que no dormían
abril 17, 2012 6 comentarios
España se desangra lentamente. Los presupuestos con recortes más brutales desde que este país conoce la democracia se aprobarán sin oposición alguna ya que los españoles le dimos la mayoría absoluta al PP para que pudiera hacer y deshacer a su antojo. Sanidad y Educación serán los derechos básicos más mermados mientras que defensa, iglesia o la casa real no se verán muy afectados.
Ya que hablamos de la ‘caza‘ real no debemos olvidarnos de que nuestro rey, el de todos los españoles, pedía ejemplaridad en Navidad mientras hace unos días se iba a matar elefantes (animal en peligro de extinción) a 24.000 € el rifle. Como bien dice El País «todos nos merecemos unos días de asueto» y nuestro rey no iba a ser menos. Siempre nos quedará el consuelo de que no pegó ojo en Botsuana por eso de que el paro juvenil le quita el sueño. Qué campechano.
A todo esto va la Kirchner y cumple sus amenazas. Vamos, que nacionaliza YPF y le hace un expolio a Repsol en toda regla. Que no digo que sea por el bien de los argentinos pero que tampoco creo que esto vaya a cambiar la situación que vivimos los españoles. Eso sí, el Gobierno de Rajoy lo toma como una ofensa personal y un ataque a España. Ruedas de prensa conjuntas de dos ministros para defender a la multinacional petrolífera. Esas ruedas de prensa que no dieron para anunciar recortes de 10.000 millones de € en Sanidad y Educación.
Mientras tanto dicen y comentan que los españoles tienen un presidente del Gobierno que se llama Mariano Rajoy pero que nadie lo ve. Una vez, un grupo de periodistas se lo encontró en los pasillos del Senado y el bueno de Mariano, astutamente, se marchó por la puerta de atrás usando la técnica de Isabel Pantoja: «Dientes, dientes que es lo que les jode». Menos mal que tenemos un presidente que no se iba a esconder y que iba a dar la cara. Menos mal.
Acerca de Raúl Bocanegra
Bocanegra 
Hombre, ya era hora de que escribieras algo no? pensaba que te había tragado la tierra! Lamentáblemente tienes razón, y me parece a mi que esto solo acaba de empezar…
Saludos del exincualeño informatico
He estado algo ocupadillo y poco inspirado pero ya iba tocando. Me alegra que isgas al otro lado de la pantalla. A ver cuando te dejas ver chaval!
Un abrazo!
Aun estoy esperando ese poker o alguna cena en su defecto! Pero tranqui, me dejaré ver!
Un abrazo!
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Si en algún momento usted albergó la intención de realizar un análisis de los nuevos PGE o incluso, como ha hecho, transcender la habitual crítica por los recortes para ferozmente atacarlos, lo mínimo que debe exigirse es un conocimiento básico acerca de cómo se conforman y el trasfondo que existe. Nadie tiene muchas esperanzas en usted para dar lecciones magistrales de macroeconomía o derecho administrativo, pero su conocimiento parece únicamente basado en “las letras grandes” de EL PAÍS, lo cual le conduce inexorablemente a formarse ideas sobre los PGE cuanto menos inexactas.
En primer lugar, es cierto que los mayores recortes se hacen en educación y sanidad. Pero su forma de relatarlo parece cuanto menos capciosa en tanto que lo asemeja a un ataque´único del ejecutivo a esas dos partidas. La realidad es que desde la el establecimiento del estado del bienestar, el peso de ambas partidas ha sido siempre cercano a dos terceras partes de los Presupuestos, por lo que es de Perogrullo concluir que donde más se gastaba es donde más se ha recortado. La economía nacional funciona igual que una economía doméstica. Si es preciso recortar porque se ingresa menos de lo que se gasta, es obvio que se intente mitigar mediante la reducción de los principales focos de gasto. Soy estudiante y no necesito que nadie me dé lecciones sobre la importancia de la educación. Y menos cuando muchos de los adalides de dicha defensa de la educación adolecen tan siquiera de la formación preceptiva para los cargos que ostentan.
Con respecto a las partidas menos afectadas, entiendo que no las ha elegido usted al azar, sino que pretende resaltar el amparo del Gobierno hacia instituciones para muchos españoles ya caducas y que, por el contrario, inmerecidamente siguen beneficiándose en las partidas presupuestarias.
El caso de la Casa Real es controvertido, intensamente agravado por los últimos acontecimientos que desafortunadamente se han sucedido. Pero la situación debe ser vista con perspectiva. La Casa Real con la figura del Rey como máximo representante fueron encomendados preceptivamente por la Constitución para el desempeño de labores de representación del Estado español. De hecho, la función del Rey ha transcendido hasta convertirse en el autentico nexo de diálogo en política exterior de nuestro país. Son muchos países los que han venido puenteando al Ministerio de Exterior para despachar materia de exterior directamente con el Rey, confiando en la auctoritas por encima de la potestas. Estas tareas, sin entrar en valoraciones juiciosas sobre la vida privada del monarca que no vienen a qué, han sido realizadas eficazmente durante muchos años.
De suerte que esta situación de representación ha sido en mayor o menor medida respaldada por todos los poderes del estado, así como la mayoría de partidos políticos, no lo olvidemos, cauces de la voluntad del pueblo. Si observa usted los PGE, verá que el ministerio de exteriores ha visto recortada su asignación en más de un 50%. Sume dos más dos y creo que incluso bajo el prisma de Prisa le dará cuatro.
La asignación a la Iglesia es harina de otro costal. A pesar de existir inicialmente reticencias, la jurisprudencia constitucional acabó por habilitar un sistema mediante el que el gravado por el impuesto de la renta (IRPF) podía señalar sus preferencias a la hora de destinar parte de los impuestos recaudados por el Estado. Este sistema se estableció para proveer a nuestro Ordenamiento de nuevas vías de de decisión presupuestaria, con arreglo a auspiciar un mayor grado de participación ciudadana en la elaboración de los presupuestos. Actualmente, ante la llegada del momento de hacer la declaración de la renta en mayo, habrá observado que existen anuncios que intentan convencer al contribuyente para que señale tal o cual partida como beneficiaria. Personalmente, yo preferiría que los españoles eligiéramos en masa la casilla de I+D+I, pero lo que deciden es destinarlo a la Iglesia. Asumo que usted, como gran demócrata que le supongo, sabrá respetarlo. Consecuentemente, siendo ésta una de las pocas vías existentes para la participación directa, estará usted también de acuerdo conmigo en que merece la pena que se respete, sea sólo por el poder simbólico.
Por último, sólo querría compelerle a que, llegado el momento, realice un artículo de opinión sobre los presupuestos de nuestra comunidad autónoma con la misma sagacidad y valentía que acostumbra. Será delicioso leerle.
Un cordial saludo.
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